Encontrar soluciones al estrés
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No me di cuenta de que algo andaba mal hasta que estaba sentada en la mesa de la oficina del doctor. Estaba allí para un chequeo anual, en el aniversario del comienzo de la pandemia. Mi doctor me miró a los ojos y me preguntó: "¿Cómo estás?", y comencé a llorar.
Me parecía que un minuto era una mujer fuerte, resistiendo con diligencia todo el estrés que me trajo la pandemia, resolviendo mis problemas. Al siguiente estaba llorando en la consulta del médico. Me di cuenta de que estaba abrumada por el estrés y tenía un nudo constante en el estómago. Tenía que hacer algo.
Trabajo en la oficina de CORE El Centro y debo admitir que no tengo mucha experiencia personal con las terapias naturales que ofrecen. Sin embargo, el viernes después de la visita al doctor, me encontré en la clínica de Bruce Street pasando por la sala de movimiento (ahora preparada para la acupuntura) y me sentía atraída a la música suave y las sillas cómodas. Mi cuerpo me decía que era hora de probarlo, así que hice una cita ese mismo día.
Me recliné en una de las sillas y comencé a respirar profundamente (mi técnica habitual cuando estoy cerca de las agujas). La acupunturista, Rachel, estaba más fresca que una lechuga y me dijo que podíamos parar en cualquier momento. Me contaba un poco sobre cada uno de los 5 puntos de mis oídos cuando me colocaba las agujas (me hizo el protocolo NADA, más sobre eso después). No les mentiré. Si sentí esas agujas. Las agujas no eran mágicas. Se llama “acupuntura” por una razón. Rachel terminó de ponerme las 5 agujas en cada oído y me dejó relajar por unos 40 minutos para que las agujas hicieran su trabajo.
Seguí respirando profundamente después de que Rachel terminó porque, después de todo, tenía agujas en los oídos. En pocos momentos comencé a llorar lágrimas suaves y tranquilizadoras. Los nudos y los músculos contraídos se derritieron. Mi cuerpo cambió a la calma. ¡Funcionó! Pero aún no había terminado. Todavía tenía unos 35 largos minutos para sentarme quieta en esa silla, una tarea nada fácil para mí. Usé algunas técnicas de meditación para pasar el tiempo. Hice exploraciones corporales (sintiendo todas las partes de mi cuerpo una por una), me concentré en el aire que entraba y salía de mi nariz, y visualicé una luz dentro de mi pecho. Todas esas cosas que los profesores de yoga te dicen que hagas. Tuve un par de pequeños llantos más. Mi mente se fue hacia una pérdida que pase durante la pandemia y hacia un evento muy aterrador hace años. En cada ola de sentimiento, pensaba en el recuerdo, lloraba suavemente y sentía como mis músculos se relajaban nuevamente.
Cuando me senté en esa silla, no sabía nada sobre la ciencia detrás de la acupuntura. Pero no tenía que saber sobre él, ni creer en él, para que funcionara. Rachel me explicó todo después del hecho, y aquí hay un pequeño resumen de lo que compartió:
Qi (chi) es energía que se mueve a través de nuestro cuerpo. Un acupunturista conoce los lugares en nuestro cuerpo donde Qi puede bloquearse a lo largo de estos canales y usa agujas para desbloquearlos para que la energía pueda circular en “curso libre”. Los 5 puntos a los que se dirige el protocolo NADA son:
- Punto Shenmen (estrés y dolor)
- Punto del sistema nervioso simpático (interruptor de pánico)
- Punto de riñón (miedo)
- Punto de hígado (enfado e irritabilidad)
-Punto del corazón y el pulmón: estos son dos puntos que están muy cerca. El punto del corazón está asociado con la alegría (que también puede ser manía, insomnio, sentirse sin conexión a sí mismo) y el punto del pulmón está asociado con el dolor y la tristeza.
¡Este protocolo combina tantos elementos importantes del estrés! Y cada punto se conecta a la energía y emoción, así como el órgano real y su salud. Si tiene curiosidad por probar acupuntura en su propio tiempo, puede usar su dedo en lugar de agujas (acupresión). ¡Rachel hizo un video maravilloso en donde ella nos guía a través de este proceso!
En las semanas siguientes, mi cuerpo siguió sintiéndose en calma. No sentía dolores en el cuello o nudos cuando pensaba en cosas que antes me habían estresado. Perdí el nudo de ansiedad en mi vientre. No me di cuenta hasta que todas estas sensaciones desaparecieron de lo intensas que habían sido. Podía pensar claramente en las fuentes de mi estrés y pude acercarme a un terapeuta para el apoyo emocional y para hablar sobre esas cosas y encontrar soluciones.
Si bien es posible que no conozca todos los detalles de la acupuntura, ciertamente puedo darle sentido a esta experiencia a través del sistema nervioso. Esto es algo que hablé con mi terapeuta.
Nuestro sistema nervioso tiene dos "lados": el lado parasimpático de nuestro sistema nervioso hace que todo funcione sin problemas: nos mantiene digiriendo, respirando, etc. Cuando el lado parasimpático está a cargo, nos sentimos seguros y tranquilos. El lado simpático de nuestro sistema nervioso responde al peligro (estrés). Contrae nuestros músculos y acorta nuestra respiración, por ejemplo, para hacernos correr, pelear o hacernos el muerto. Nuestro sistema nervioso simpático tomando el control puede sentirse diferente para diferentes personas: basta con decir que no está tranquilo y se siente inseguro.
Cuando algo activa nuestro sistema nervioso simpático: un león que nos persigue, la comprensión que no hay suficiente en la cuenta bancaria para la renta, un ser querido nos defrauda: la respuesta al estrés se activa, activando las partes de nuestro cuerpo asociadas con correr, pelear o congelarse ante el peligro. Los músculos se contraen. La respiración se acelera. Es algo muy incómodo. Incluso cuando el peligro pasa y estamos "a salvo" de nuevo - el león se tropieza y nos escapamos; encontramos justo el efectivo que necesitamos, nuestro ser querido se disculpa: la respuesta al estrés aún se ha activado y puede quedarse con nosotros a menos que hagamos algo físico para “completar” la respuesta al estrés y restablecer nuestro sistema nervioso. Con el tiempo, ese estrés que ronda el cuerpo puede crecer como una bola de nieve y sentirse como una enfermedad o puede desbordarse y sorprendernos.
La acupuntura - probablemente con toda esa respiración deliberada que hice - resultó ser una forma muy rápida de calmar el lado simpático del systema nervioso. Ahora, para mantener eso, vuelvo a investigar sobre el sistema nervioso. Me gustaría compartir algunos recursos que mi terapeuta compartió conmigo:
El libro Burnout: The Secret to Unlocking the Stress Cycle de Emily y Amelia Nagoski es una excelente manera de aprender a manejar su sistema nervioso.
Si solo puede dedicar una hora, resumen el libro maravillosamente en este episodio de podcast con Brené Brown. Los autores hablan de 7 cosas sencillas que podemos hacer para completar la respuesta al estrés y volver a la calma: movimiento, llorar, expresión creativa, reírse, respiración, afección e interacción social positiva.
Si está interesado o interesada, los autores tienen su propio podcast llamado The Feminist Survival Project 2020, donde aplican la ciencia del sistema nervioso y la psicología a su vida cotidiana.
Abril es el mes de concientización sobre el estrés. Este tema se siente tan relevante en este momento, tanto a nivel personal como comunitario. Así que supongo que pensé que les desnudaría mi alma a todos ustedes. Mi estrés se apoderó de mí porque estaba tratando de no quejarme y molestar a mis amigos. Lo ignoré durante mucho tiempo hasta que alguien me hizo una simple pregunta que me hizo reconocer y buscar soluciones para mis síntomas físicos. La acupuntura, el saber, y la conexión con otras personas no cambiaron las fuentes de estrés en mi vida, pero no estoy sufriendo físicamente, y se siente bien recuperar ese control.
Este es un momento tan bueno como cualquier otro para llamarle a un amigo o amiga y preguntarle cómo está.
El autor, Jackie, trabaja para CORE El Centro en el Departamento de Desarrollo de Fondos. Ella es muchas cosas: maestra, trabajadora comunitaria, voluntaria, tía, y tejedora. Desde que comenzó la pandemia, también se la puede encontrar dando clases de yoga, pintando flores en sus muebles, cayendo en los esquís de fondo y cuidando de sus muchas, muchas plantas.